PEDALEANDO POR LA ZONA SUR. Días 4, 5 y 6.
Creo que recordaré por siempre la madrugada en playa Blanca de Puerto Jiménez porque no fue común, ni ordinaria, ni rutinaria. El día cuarto de mi viaje en bicicleta por la zona sur de Costa Rica, según diré en breve, inició de manera diferente. _________________ ¿QUÉ PASÓ EL DÍA 1? ¿QUÉ PASÓ EL DÍA 2? ¿QUÉ PASÓ EL DÍA 3? _________________ Ese amanecer, distinto de otros, fue rojizo, misterioso, de una indescriptible vibración mística. Cuando aún no clareaba me dirigí a la playa acompañado del silencio que a veces era apenas ligeramente interrumpido por las serenas olas del mar. Al poco de llegar, el cielo empezó a lucir un sonrojo pálido casi como si sintiera pena de parecerse un poco a un atardecer. Por su parte, unas palmeras a mi lado se mecían todavía con sueño. O quizá cantaban sus maitines con que agradecían el nuevo día. Y como en el Génesis, se hizo la luz. Con el sol se despertaron las guacamayas a celebrar su fiesta diaria, sobrevolando en pareja los árboles y carraspeando a