QUIÉN SOY Y PARA QUÉ ESTA BITÁCORA
A lo largo de mi vida me he dedicado a muchas cosas diferentes. En otras palabras, me dan ramalazos o varas. Dicho en español, soy algo así como una especie de persona inquieta y curiosa que se ha metido a explorar diferentes campos. Por ejemplo, de jovencillo me dio por ser fraile dominico porque me imaginaba metido en las selvas como misionero. También me aficioné a la astronomía y la fotografía. Más adelante me metí en telecomunicaciones, electrónica, diseño web, fui profesor, capacitador y otros vericuetos. Pero el periodismo, sobre todo en su variante de producción de radio, es lo que siempre me ha cautivado.
Porque me gusta andar en diferentes varas, este blog o diario se llama Varas de Roco, que viene a ser algo así como inquietudes o "loqueras" de una persona de la tercera edad.
Luego de mi jubilación a veces me he dedicado a dar algunas clases de español para extranjeros que desean aprender nuestro idioma. Mi más reciente ramalazo es el periodismo de viajes. Para ello me compré una bicicleta plegable y me inicié en el cicloturismo. Por consiguiente, en esta bitácora usted encontrará recuentos o memorias de algunos de esos viajes, lo mismo que otros artículos relacionados con diferentes pasatiempos e inquietudes.
Plasmo en este blog mis memorias solo como un aporte a otros jubilados para que si tienen la posibilidad no se queden en su casa sentados en el sofá viendo televisión. ¡Hay tantas opciones! Desde luego, el cicloturismo es solo una de ellas y cada quien puede explorar el campo que mejor le plazca.
Pienso que vale mucho la pena reinventarse y ensayar nuevas exploraciones aunque uno tenga 60, 70, 80 y más años. Sin embargo, no pretendo ser ejemplo para nadie. (Bueno, -aquí entre nos- sí para mis hijos y mi nieta). Lo que sí quiero es contar aquí algunas de mis aventuras con la esperanza de que estas animen a otras personas -tanto jóvenes como mayores- a ponerle un poco de vida a los años, como creo que dice una canción de Arjona.
Pienso que vale mucho la pena reinventarse y ensayar nuevas exploraciones aunque uno tenga 60, 70, 80 y más años. Sin embargo, no pretendo ser ejemplo para nadie. (Bueno, -aquí entre nos- sí para mis hijos y mi nieta). Lo que sí quiero es contar aquí algunas de mis aventuras con la esperanza de que estas animen a otras personas -tanto jóvenes como mayores- a ponerle un poco de vida a los años, como creo que dice una canción de Arjona.
Genial!! Me gusta mucho tu blog.
ResponderEliminarMuchas gracias, quien quiera que seas. Abrazo cordial.
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