Primera exploración a pata de El Camino de las Mulas. DÍA 3.

El domingo 10 de diciembre del 2017 salimos hacia Parrita, pero con una modificación en el plan original, pues Carlos ha conseguido que un chofer le dé un aventón hasta Parrita a fin de abordar ahí un bus que lo lleve a San José. Para él, el viaje termina hoy.

Decidí acompañarlo unos pocos kilómetros, sin embargo me bajaré para continuar con mi propósito de recorrer a pie El Camino de las Mulas.

Y así lo hice. 

Dejamos Surubres, y pocos kilómetros más adelante comenzaron los cultivos de palma africana. Entonces le pedí al chofer que se detuviera. Me despedí de Carlos y del conductor. Me acomodé el salveque y continué solo por aquel paisaje solitario y monótono en el que una palma africana le sucede a otra y a otra y a otra.


Este paisaje de cultivo extensivo contrasta muchísimo con el que habíamos visto el primer día de caminata cuando seguimos un sendero bastante más pintoresco, bordeado de vegetación diversa, pájaros cantores y tierras coloridas.


Luego de caminar algo más de una hora divisé al final de aquel laberinto de palmeras una salida a la costanera sur.

Salí, majé el pavimento de la costanera y miré hacia atrás. Entonces mis ojos dieron con este letrero.



A partir de esta entrada hacia Surubres y San Ignacio de Acosta, caminé el kilómetro y algo, que la separa de Parrita. Varias veces pensé que sería bonito comprar una bicicleta y volver a hacer el recorrido desde Sabanillas.

Llegué al pueblo y pasé al frente de la parada de buses. Por WhatsApp mi compañero me informó que en ese momento ya iba de regreso a la capital. 

En Parrita paré un taxi y le pedí me llevara a playa Bandera. De camino el taxista me preguntó de dónde venía. Cuando le conté a grandes rasgos la caminata realizada, el chavalo se me quedaba viendo como pensando: ¡Qué varas de roco!

En playa Bandera conseguí un cuartucho de mala muerte que me cobraron a precio de habitación decente. Como es el único hotelillo que existe en esa playa era eso o dormir al raso en la playa. Decidí pagar el capricho. Sin embargo, en honor a la verdad debo decir que la comida sí estuvo muy buena y mejor aún las birras de premio.

Así terminó mi primera travesía por lo que fue el Camino de las Mulas en el sector desde Sabanillas hasta Parrita.

Con este primer viaje inicié mi vida de jubilado. Luego vendrían otras aventuras más.

Celebrando mi llegada al mar.
La jarra vacía no es de adorno. 


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Comentarios

  1. Que valiente sos , hacer esa caminada y en gran parte solo, te felicito.

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