DE TARBACA A PUNTARENAS en bicicleta. Día 3

Creía que la tercera jornada de mi viaje en bicicleta entre Tarbaca y Puntarenas habría de resultar monótona y carente de nuevos descubrimientos puesto que en dos ocasiones anteriores había transitado la ruta 131 que lleva de San Mateo hasta Esparza. 

Pero no. Me equivoqué. Siempre aparece alguna novedad que cambia todo cuando se viaja en bicicleta aunque uno pedalee el mismo camino varias veces, como se verá más adelante. Al menos, esta es mi experiencia hasta el día de hoy.

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Aquí lo que ocurrió durante la segunda jornada del viaje en bicicleta entre Tarbaca y Puriscal.
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Salí de Orotina luego de desayunar y me enrumbé hacia San Mateo.

Ahí paré brevemente para comprar una botella de bebida isotónica.


De las rutas que me gusta recorrer despacio y con buena letra -es decir en bicicleta- la 131, que va entre San Mateo y Esparza, se lleva mis cinco estrellas. No me canso de recomendarla porque es un trayecto precioso con muchas flores variopintas, bastantes casas lindas asentadas bajo la sombra de árboles frondosos y coloreadas, algunas de ellas, en blanco hueso con un zócalo azul.








Aunque pensaba pedalear cada uno de los 21 kilómetros que separan San Mateo de Esparza, al llegar a la población de Jesús María me encontré una pequeña venta de pipas. Ahí me detuve a saborear el agua de un coco. Poco después, el muchacho que atendía el puesto me cuenta que existe un trayecto desde Jesús María hasta Mata de Limón pasando por Labrador como se muestra en el siguiente mapa y en las fotos de un poco más abajo.


Entonces, decido ahí mismo cambiar el plan, explorar esta nueva ruta y llegar a Puntarenas no por Esparza sino por Mata de Limón a través de la ruta terciaria 755, menos vistosa quizá que la ruta Jesús María-Esparza, pero que presenta la ventaja de ser una sola bajada hasta la calle Cambalache.







Agradezco al muchacho la información y retomo el viaje. Pero algunos kilómetros más adelante cuando cruzo un puente conocido como Melones y llego a la calle Cambalache me la encuentro hecha un barreal a toda madre, pues a finales de noviembre del 2022 aun no salía del todo la estación lluviosa ni llegaba el verano.

Viendo que el día se oscurecía de nubes y amenazaba con un buen baldazo; y considerando el complicado estado del camino Cambalache decido llegar a Mata de Limón por la ruta 27 a sabiendas de que no está permitido circular en bicicleta por  tan malograda "autopista". Así fue como alcancé el desvío que conduce a Salinas, caminando mientras empujaba la bici debajo de un aguacero de consideración.  

Cuando escampó, retomé los pedales para pasar por Mata de Limón, luego Caldera y de ahí rematar este viaje de 139 kilómetros recorridos desde Tarbaca a Puntarenas.

Llegué al Puerto con la certeza de que un viaje en cleta siempre está abierto a las incertezas. Después de todo así es la vida.


Sin ciclistas y sin ciclovías en la calle 27.

Por la 27 poco antes de un buen aguacero.

Caldera.

Llegando a Puntarenas por la nueva y aún no terminada ciclovía de la Angostura.


Puerto, Puerto.


Kilómetros recorridos y ruta seguida desde Tarbaca a Puntarenas.







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